CUANDO LOS ASNOS VEN LO QUE LOS HUMANOS PREFIEREN IGNORAR

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CUANDO LOS ASNOS VEN LO QUE LOS HUMANOS PREFIEREN IGNORAR

por Martha E. Lichtenstein

Al leer las noticias percibo con tristeza y profunda indignación que el mundo no ha cambiado:
Los clérigos musulmanes nos acusan de la vieja patraña, el libelo de sangre por el que muchos judíos fueron asesinados, un joven estudiante de Yeshiva en la capital de Ucrania fue muerto, decapitado y luego horriblemente mutilado por skinheads Nazis, en un país donde la policía no interviene cuando los judíos son atacados regularmente en estaciones de subterráneo y, lo más deprimente, Moammar Khadafy ha sido elegido miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, sin que los países democráticos de la Unión Europea ni los Estados Unidos organizaran una campaña para protestar el hecho que los más grandes violadores de derechos humanos consiguen una mayoría automática a la hora de votar en esa farsa que llaman el Consejo de Derechos Humanos.
Luego, un rayo de esperanza: me entero que en el Hospital Hadassah de la Universidad Hebrea el Dr. Benjamin Reubinoff, director del Centro de Investigación Hadassah para Células Madre Embriónicas, un reconocido científico y el principal investigador de un oroyecto asombroso, junto con el equipo de dedicados investigadores de su Departamento, ha logrado un gran progreso en métodos para cultivar células madre embriónicas.
Han hallado una forma de cultivar células madre de manera más segura, evitando la formación de tumores, al hacerlo en suspensión, allanando el camino para el tratamiento efectivo de enfermedades tales como Parkinson's, diabetes y degeneración macular conectada a la edad avanzada.
Será posible en un futuro no muy lejano abastecer al mundo entero de cultivos masivos de células madre.
Los estudios en seres humanos comenzarán el prxóimo año en Israel al igual que en los Estados Unidos, donde ya han aplicado a la FDA (Food and Drug Administration) para pruebas clínicas en pacientes con lesiones en la médula espinal.
Una vez más, el pueblo judío elige la vida, no sólo para ellos sino también para beneficio de la humanidad.
No puedo evitar esperar que, tal vez más pronto de lo que creemos, Balaam, el adivino no judío que se convirtió en profeta de los Midianitas, sea forzado una vez más a bendecir a Israel en lugar de maldecirla... (Números 24:10). A veces los asnos ven más que los humanos...

Sivan 5770

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WHEN DONKEYS SEE WHAT HUMANS CHOOSE TO IGNORE
by Martha E. Lichtenstein

Reading the news I realize with sadness and deep indignation that the world has not changed:
Muslim clerics are accusing us of the old canard, the blood libel by which many Jews were killed, a young Yeshiva student in the capital of Ukraine was killed, beheaded and then horribly mutilated by Nazi skinheads, in a country where the police does not intervene when Jews are regularly attacked at subway stations and, most depressing, Mohammar Khadafy has been elected to the UN Human Rights Council without any of the democratic countries in the EU nor the USA mounting a campaign to protest the fact that the nations that are the biggest abusers of human rights get an automatic majority vote at this farce they call the Human Rights Council.
Then, a ray of hope: I learn that at the Hebrew University Hadassah Hospital Dr. Benjamin Reubinoff, director of the Hadassah Human Embryonic Stem Cells Research Center, an acknowledged scientist and the lead researcher of an amazing project has, together with the dedicated scientists in his Department, made a breakthrough in methods for cultivating embryonic stem cells.
They have found a way to grow and cultivate stem cells more safely, avoiding tumor formation, by doing it in suspension, paving the way for effective treatment of diseases such as Parkinson's, diabetes and age- related macular degeneration. It will be possible to supply the whole world in the not too distant future with bulk cultures of stem cells.
Human studies will start in the next year in Israel as well as in the U.S.A., where they have already applied to the FDA for clinical trials in patients with spinal cord injury.
Once again, the Jewish people are choosing life, not only for themselves but for the benefit of mankind.
I cannot help but hope that, maybe sooner than we think, Balaam, the non-Jewish diviner who became a prophet of the Midianites, will be forced once again to bless Israel instead of cursing it... (Numbers 24-10) . Sometimes donkeys see more than humans...

Sivan 5770

Israel: Ultima Clase

Israel Hoy by Igal


Compartimos también algunos links con información sobre todo lo que estudiamos en las últimas semanas:


1. Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel: http://www.mfa.gov.il/MFA

2. Jewish Telegraphy Agency: http://www.jta.org/
3. Aurora, Diario de Israel en español: http://www.aurora-israel.co.il/
4. Itón Gadol: http://www.itongadol.com.ar/shop/index.asp
5. Btselem: http://www.btselem.org/index.asp
6. Shalom ajshav: http://www.peacenow.org.il/site/en/homepage.asp
7. Hasbará (Esclarecimiento): http://www.hasbara.com/
8. Revista Medio Oriente: http://www.revistamo.org/

Comentando la Parasha: Behar-Bejukotai

Rabino Rami Pavolotzky
Congregación B'nei Israel, Costa Rica

Gran parte de Parashat Behar, la primera de las dos que leemos esta semana, está dedicada al tema del año sabático, shnat shmitá. ¿En qué consistía este precepto? Todos los campos de la tierra de Israel debían ser trabajados durante seis años con normalidad. Sin embargo, el séptimo año era declarado año sabático y quedaba prohibido trabajar la tierra. Era un año en el que uno debía disfrutar de lo que la tierra brindaba naturalmente, no de lo que el hombre produce con su trabajo.
Durante el año sabático todas las personas relacionadas con la labor del campo debían descansar: el dueño, los esclavos, los trabajadores, los animales… y por supuesto la tierra misma. En ese año, virtualmente no existía la propiedad privada, sino que todos podían acceder libremente a los frutos del campo. No había jefes ni esclavos.
Hoy en día es para nosotros muy difícil cumplir con la mitzvá del año sabático, ya que solo se observa en la tierra de Israel y bajo condiciones muy diferentes a las de los tiempos bíblicos. Sin embargo, los ideales que podemos aprender de este precepto siguen estando vigentes para nuestros días, como intentaré mostrar a continuación.
Por empezar, la idea del año sabático conlleva un mensaje social muy claro, ya que las personas más ricas se alimentaban durante el séptimo año de la misma forma que lo hacían las más pobres. En cierto sentido, durante shnat shmitá se borraban las diferencias sociales. No había ricos y pobres, dueños y trabajadores, sino que todos estaban a la misma altura social. Todos dependían de la bendición del fruto de la tierra. Todos los hombres quedaban igualados socialmente ante la misericordia del Creador.
Segundo, este era un año en el cual se podía comer lo que espontáneamente brindaba la tierra, pero no se podía sembrar ni acopiar. Era un año en el cual estaba prohibido incrementar las ganancias. Este es un poderoso mensaje que la Torá nos transmite en contra del materialismo que hoy domina buena parte del mundo. A diario vemos gente que no está dispuesta a dar ni una hora de su vida personal para dedicar a la familia, a los amigos o a ellos mismos, ya que la sociedad los impulsa a tener más, a atesorar más y más. Imaginen si una persona así viviera en los tiempos bíblicos y… ¡estuviera obligada a pasar un año entero sin tener ganancias! La idea del año sabático se opone rotundamente al materialismo moderno.
Por último, el año sabático era un año en el cual, como mencioné más arriba, todos tenían descanso, desde el más pobre hasta el más rico. Según el comentarista Ibn Ezra, esto permitía que todo el mundo pudiera dedicarse al estudio de la Torá, a desarrollar sus capacidades espirituales. Yo agregaría que el tiempo libre le permitía al hombre bíblico dedicar un año entero a compartir con la gente que amaba, a cultivar el espíritu, a pensar en su propia existencia y en las preguntas fundamentales del ser humano. No era algo optativo, era una obligación religiosa, como por ejemplo lo es el shabat hasta el día de hoy. En shabat también estamos obligados a no trabajar, a estar con la familia, a dedicarnos a estudiar y pensar, comer, beber y disfrutar durante todo un día.
El precepto de shnat shmita nos transmite un mensaje vibrante y actual, un mensaje que confronta varios de los pilares culturales de las sociedades modernas. En resumidas cuentas, la Torá nos recomienda que
- debemos intentar tener una sociedad más justa, con menos desigualdades sociales.
- es bueno trabajar para asegurar un bienestar económico que nos dé acceso a la educación, salud, esparcimiento, etc., pero deberíamos tener un límite en nuestras ansias de aumentar nuestra riqueza. El objetivo de nuestra vida no puede ser sólo acumular y tener más. La vida se nos escurre de las manos mientras nos dedicamos a incrementar nuestro patrimonio.
- deberíamos intentar liberar un poco del tiempo que le dedicamos al trabajo diario, conformarnos con un poco menos y dedicar más tiempo a las cosas que son realmente importantes en esta vida: los afectos, la familia, los amigos, ayudar al prójimo, estudiar, reflexionar, tratar de conocernos un poco mejor.
¡Shabat shalom!